Conclusiones Jornada REDER
Los grupos de acción local reclaman financiar sus acciones con todos los fondos europeos orientados al desarrollo de los territorios
Los grupos de acción local españoles consideran suficiente que se destine a las acciones Leader el 5% del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural, Feader, como en la actualidad. Eso sí, se trataría de un porcentaje adecuado siempre que a nivel nacional estas acciones tengan la oportunidad de captar recursos adicionales de otros fondos europeos en el Marco Estratégico Común (MEC). Así se desprende de la encuesta en la que ha participado un tercio de los grupos que operan en el medio rural español, pertenecientes a las 17 comunidades autónomas, cuyas conclusiones se han presentado esta mañana en la jornada técnica organizada por REDER en San Fernando de Henares.
Los instrumentos que la Comisión Europea pone al servicio del desarrollo territorial en sus propuestas son el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), el Fondo Social Europeo (FSE), el Fondo de Cohesión (FC), el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) y el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP), los cuales “persiguen objetivos de actuación complementarios y su gestión es compartida entre los Estados miembros y la Comisión”, en palabras del presidente de la Red Estatal, José Andrés García Moro. En su opinión, la UE “parece así reconocer que es necesario integrar todos estos fondos con el fin de financiar una estrategia coordinada de desarrollo global, endógeno y sostenible”.
El mismo informe revela que los grupos de acción local se muestran preocupados ante la normativa que regula su funcionamiento. En ese sentido, se preguntan sobre la posibilidad de articular la futura iniciativa Leader con un reglamento único, al margen del fondo europeo de que se trate. Por esta razón, para REDER “sería un tremendo error que en la futura programación el desarrollo rural-territorial se apoye exclusivamente en el Feader o en los fondos MEC, “cuando los nuevos reglamentos nos impulsan a aplicarlos de forma simultánea, sobre un mismo territorio y sobre el conjunto de actores y sectores”.
Al mismo tiempo, los grupos de acción local no consideran oportuno el trasvase de fondos de un pilar a otro, a no ser que se den circunstancias excepcionales o no esté asegurada la aplicación del 100% de los fondos.
Además, la mayoría de los grupos consultados consideran imprescindible disponer de un Programa de Desarrollo Rural de ámbito nacional, con medidas ejecutivas y recursos propios, “además de perfectamente delimitado por las medidas y recursos que se pueden contener en los programas regionales”. Ello posibilitaría “el establecimiento de una homogénea y eficiente aplicación del desarrollo rural-territorial en toda España”.
El informe también ha detectado la necesidad de dar carácter homogéneo a la tramitación de expedientes y de establecer unos mínimos de elegibilidad comunes en todas las comunidades autónomas. Más allá de esos mínimos, cada grupo se regularía en función de su estrategia territorial. También debe existir una propuesta común de máximos en referencia a la baremación de los proyectos, “adaptable después en cada comarca bajo unos criterios definidos”.
Otros aspectos mejorables hacen referencia a los controles administrativos y sobre el terreno, los anticipos de ayudas, los reembolsos sobre certificación, el programa informático de gestión o la compatibilidad de ayudas con otras actuaciones con la misma finalidad, independientemente de la procedencia de los fondos (y siempre que no sean fondos europeos). También en relación con la financiación de PYMES (incluidas las agroalimentarias), los gastos de gestión unificados en referencia al equipo técnico mínimo (suficiente para la gestión del programa) y el coste salarial máximo (según categoría: gerente, técnico y administrativo).
Los grupos de acción local consultados también consideran necesario que se puedan acometer proyectos de cooperación intrarregionales, proyectos de cooperación de ámbito nacional (más de una comunidad autónoma) y también proyectos de cooperación transnacionales, con financiación dentro del cuadro financiero de cada grupo.
Los grupos pueden realizar el esfuerzo de adaptar sus entidades “en lo que se refiere a la representatividad, y con un enfoque territorial y de trabajo en red más ambicioso, unido a las relaciones rural-urbano y asumiendo el compromiso de llevar a cabo un trabajo de desarrollo local -territorial multinivel”, concluye el documento.